El estrecho de Gibraltar que separa Europa de África mide poco más de 14 kilómetros.
Las columnas de Hércules, como eran conocido el estrecha en la antigüedad señalaba el límite del mundo conocido, la última frontera para los antiguos navegantes.
El estrecho de Gibraltar actúa de barrera natural entre dos países: España y Marruecos o entre dos continentes: Europa y África.
Este separa el mar Mediterráneo y el Océano atlántico, y tiene una forma de embudo debido a las sierras costeras de ambos lados de la orilla. Estas montañas encajonan y canalizan el aire creandose unos vientos muy fuertes en la zona.
Ello ha fomentado la construcción de múltiples aerogeneradores que hacen el sur de España un bosque de molinos. También esto vientos ha originado un turismo para los amantes de los deportes acuáticos que ha llevado a la zona ha ser organizadora de varios campeonatos mundiales.
Para el viajero y el turista no deja de ser curiosa la imagen de las costas de África, cuando se observa desde la ciudad de Tarifa o en algunos de los montes cercanos, como el del “Cabrito”, montaña más alta de la zona.
Y es que ver África esta tan cerca, pero inalcanzable por la masa de agua que representa el estrecho hace sentir algo especial, pensar que allí al frente existe una cultura totalmente distinta hace no menos que hacerte preguntas.
También muchos aficionados al avistamiento de pájaros acuden a la zona pues es una lugar de paso para las aves migratorias que abandonan los fríos de Europa hacia los templados inviernos africano.
Incluso, si hay suerte, puede verse algun avistamiento de ballenas o delfines surcar las aguas.
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